El riñón: funciones, enfermedades y prevención


El riñón lleva a cabo las funciones vitales siguientes:
·       Filtra la sangre y extrae las substancias tóxicas del organismo. A través de la orina se eliminan los elementos nocivos, así como el agua y las sales minerales en exceso.
·       Mantiene el equilibrio interno de forma constante, lo que permite el correcto funcionamiento de todas las células del cuerpo.
·       Fabrica substancias que actúan como hormonas que estimulan la producción de glóbulos rojos, regulan la presión arterial y mineralizan el esqueleto.

En los pacientes con insuficiencia renal crónica avanzada es imprescindible instaurar un tratamiento substitutivo para recuperar la función del riñón. En general, el primer paso es la diálisis, pero cuando el estado general del paciente es bueno y las ventajas del tratamiento superan los riegos que comporta cualquier operación quirúrgica, está indicado practicar un trasplante de riñón.

Para estas personas el trasplante supone, por un lado, una mejora importante en cuanto a calidad de vida y autonomía, ya que dejan de depender de la máquina de diálisis, y por el otro, un aumento de la supervivencia, porque evitan muchas de las complicaciones que aparecen con la diálisis a largo plazo.

Enfermedades que producen una insuficiencia renal crónica

Actualmente, la hipertensión arterial y la diabetes son las dos causas más frecuentes de insuficiencia renal crónica que requieren tratamiento substitutivo, pero también hay otros problemas de salud que afectan al funcionamiento del riñón, tales como enfermedades inmunológicas, alteraciones de las arterias del riñón, infecciones, abuso de analgésicos, obstrucción de las vías urinarias o procesos hereditarios.

Medidas de prevención

Aunque la insuficiencia renal crónica se puede tratar con la diálisis o con un trasplante, lo mejor es que no se llegue a esta situación. Hay una serie de medidas de prevención que pueden contribuir a evitar, o al menos a retrasar, la aparición de la enfermedad:

·       Controlar las causas de insuficiencia renal crónica (hipertensión arterial, diabetes, etc.).
·       Detectar y tratar las infecciones que afectan directamente a las vías urinarias y todas aquéllas que secundariamente pueden afectar a los riñones.
·       Realizar un control médico estricto en el caso de sufrir gota o cólicos nefríticos frecuentes (piedras en el riñón).
·       No abusar de los analgésicos y de los antiinflamatorios.
·       Evitar las situaciones de riesgo que pueden conducir a infecciones víricas como la hepatitis y el sida: medidas higiénicas (utilizar jeringuillas de un solo uso) en la administración de substancias inyectadas, protección en las relaciones sexuales de riesgo (utilizar el preservativo), etc.
·       Adoptar un estilo de vida saludable, con la práctica de ejercicio regular y una dieta equilibrada.

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